Las ofrendas son de las tradiciones más queridas en todo el país durante el Día de Muertos, a través de ellas recordamos y honramos a nuestros seres amados fallecidos. Aunque en algunas localidades esta costumbre se engrandece con altares muy originales.
5 lugares para ver las mejores ofrendas de Día de Muertos
Estos destinos ubicados en diferentes estados del país como Puebla, Michoacán, Oaxaca o Ciudad de México te sorprenderán con sus hermosas y originales ofrendas.
Dependiendo de la región del país, en las ofrendas se colocan adornos como flores de cempasúchil, velas, papel picado y la foto de los difuntos. Aunque también es común ver alimentos como los platillos favoritos de la persona, calaveritas de azúcar y pan de muerto, entre otros.
1. Huaquechula en Puebla
Huaquechula es una localidad perteneciente al valle de Atlixco en Puebla a poco más de 1 h de la capital. Aquí las familias montan ofrendas monumentales que llegan a medir hasta 5 m y que son un atractivo para locales y turistas.
Los componentes más comunes de estos altares son los dulces, fruta, mole, pan de muerto, chocolate y atole. También se colocan objetos personales del difunto y cruces o imágenes religiosas.
Los habitantes de las casas en las que se exhiben las ofrendas preparan comida para recibir a quienes vienen a apreciarlas y ofrecen pan tradicional de la región.
La demostración comienza desde el 28 de octubre cuando se recuerda a los fallecidos en algún accidente, el 31 se abren los altares dedicados a los niños, el 1 de noviembre para los adultos que murieron por causas naturales y el 2 para todos los fieles difuntos.
2. San Andrés Mixquic en Ciudad de México
San Andrés Mixquic es uno de los siete pueblos originarios de la alcaldía Tláhuac, en Ciudad de México, donde el Día de Muertos combina las tradiciones prehispánicas con las coloniales.
Los elementos infaltables en las ofrendas de esta localidad son pulque, frutas, calaveritas de azúcar, sal, agua, cirios, copal, ocote y flores de cempasúchil. Así como fotografías, objetos personales y los platillos favoritos del ser querido.
Los pétalos que marcan el camino de los difuntos se cambian de color cada día, dependiendo de a quienes se reciba: blancos para los niños y amarillos para los adultos.
Junto a los altares se colocan sillas para que los familiares que ponen las ofrendas puedan sentarse a acompañar a los difuntos.
El 2 de noviembre se realiza la Alumbrada, una procesión donde las familias acuden a las tumbas en el Panteón de Mixquic, las cuales previamente fueron adornadas.
En el panteón se reza y se encienden cirios, ofreciendo un hermoso escenario lleno de luces y en el centro el altar mayor, colocado de manera colectiva por la comunidad.
3. Oaxaca capital en Oaxaca
Siendo uno de los destinos más ricos culturalmente, es de esperar que para Día de Muertos la ciudad de Oaxaca nos sorprenda con sus mágicas tradiciones.
Durante toda la temporada se exhiben tapetes de arena gigantes, que ilustran a la icónica catrina realizando distintas actividades o en compañía de otros personajes típicos de las fechas.
El 1 de noviembre se celebra el Día de llevar a los muertos y se regala a las personas cercanas a la familia parte de los aditamentos de las ofrendas, como un modo de conectar con sus antepasados.
El 2 de noviembre se realiza uno de los eventos más esperados, el Concurso de altares de muertos organizado en el Panteón General. Las familias montan altares espectaculares en las tumbas de sus seres queridos, mientras más grandes y coloridas mejor.
4. Pátzcuaro en Michoacán
A solo 1 hora de Morelia, se ubica el Pueblo Mágico de Pátzcuaro, uno de los más famosos por las actividades de Día de Muertos que se realizan en la isla de Janitzio al centro de su lago.
Las tradiciones de esta localidad se remontan a tiempos prehispánicos, los purépechas que habitaban la zona celebraban el regreso de los espíritus de sus ancestros. Posteriormente estas costumbres se mezclaron con las españolas para crear lo que conocemos actualmente.
Las flores de cempasúchil son las protagonistas en estas fechas, se usan para adornar las embarcaciones que se dirigen al islote en las procesiones, para señalar el camino hacia las ofrendas y en los altares para los difuntos.
Los artesanos de la región elaboran piezas de madera, hierro forjado y alfarería para colocar en las ofrendas, donde también se pueden ver velas, frutas, fotografías de los seres queridos que han fallecido y sus platillos favoritos.
Las máscaras y figuras de animales talladas en madera no pueden faltar. El Panteón de Tzirumútaro en la punta de la isla se llena de color y vida con los altares, música y la comida que se ofrece a los visitantes.
A la entrada se observa un gran arco de flores y un camino marcado con velas que simbolizan el portal mediante el que los espíritus regresan al mundo de los vivos en estos días.
5. Metepec en el Estado de México
El Pueblo Mágico de Metepec se localiza en el Estado de México a 1 h y media de CDMX. Destacan sus calles empedradas y los techos de teja que en estas temporadas se adornan con motivo del Día de Muertos.
El principal atractivo de esta localidad es su ofrenda monumental, una de las más grandes del país. Se coloca en la Plaza Juárez y desciende por la escalinata del Templo del Calvario. Su montaje es un trabajo que tarda días y se realiza en conjunto con más de 100 familias de artesanos.
Tiene un tapete gigante de aserrín, cientos de flores de cempasúchil y fotografías de los difuntos de quienes ayudaron a armarla. Cada año se dedica a un personaje o evento de relevancia.
Si buscas más opciones para pasar esta temporada, aquí tienes 3 Pueblos Mágicos para celebrar el Día de Muertos, donde conocerás las tradiciones más vistosas del país.
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