Oaxaca es un estado ubicado en el sureste de México, el cual al igual que muchos sitios tiene tradiciones de Navidad únicas, las cuales pintan de color las fiestas decembrinas. Ya sea en la capital estatal o en alguno de sus Pueblos Mágicos, playas o comunidades este destino es ideal en vacaciones de invierno.
5 tradiciones de Navidad que debes de conocer en Oaxaca
Oaxaca es de los estados que más tradiciones de Navidad tiene, las cuales son imborrables para quienes las atestiguan una vez en la vida.
Estas tradiciones son un ejemplo de la riqueza cultural de Oaxaca, destacando una serie de tradiciones que no puedes perderte en tu visita.
1. La Noche de los Rábanos previo a la Navidad en Oaxaca
Antes de la Navidad, cada 23 de diciembre se lleva a cabo en el Centro Histórico de Oaxaca la Noche de Rábanos. Un concurso donde hortelanos y floricultores dan vida a figuras creativas elaboradas con rábanos.
Las creaciones que se exhiben incluyen representaciones de figuras humanas, personajes ilustres, animales, nacimientos y tradiciones típicas de la región como la Guelaguetza o la festividad de la Virgen de la Soledad.
En este concurso no sólo compiten esculturas hechas con esta hortaliza, también participan los trabajos realizados con hoja de maíz seca o “totomoxtle” y “flor inmortal”.
Sobre su origen, la mayoría de las versiones coinciden que surgió el 23 de diciembre de 1897 cuando el entonces presidente municipal de Oaxaca, Francisco Vasconcelos, organizó la primera exposición después de ver cómo los comerciantes adornaban sus puestos en vísperas de la Navidad.
En la actualidad, la exposición es algo efímera, pues dura sólo unas horas y reúne a todos los habitantes de Oaxaca capital quienes asisten con la intención de admirar la creatividad de los participantes.
2. La devoción a la Virgen de la Soledad
Como parte de las celebraciones decembrinas, cada 18 de diciembre, en Oaxaca se lleva a cabo una gran fiesta en honor de Nuestra Señora de la Soledad, patrona de los oaxaqueños. Además de los actos litúrgicos, la celebración es acompañada por una gran verbena popular. Este es un destino ideal para quienes gustan del turismo cultural.
En sus orígenes el culto fue modesto, pero poco a poco alcanzó un excepcional arraigo en los oaxaqueños, a tal grado que en la totalidad de los pueblos se cuenta con una réplica de dicha imagen.
La Basílica de Nuestra Señora de la Soledad es en sí otro atractivo, pues su construcción de estilo barroco y su escasa altura le dan características únicas a sus retablos cubiertos de oro.
La fiesta continúa con fuegos artificiales, mientras los asistentes disfrutan de juegos mecánicos, lotería, puestos de antojitos, nieves oaxaqueñas y buñuelos. Disfruta de esta verbena popular en estas vacaciones de invierno.
3. Encendido del árbol de Navidad en Oaxaca
Este 1 de diciembre se encendió el árbol de Navidad en la ciudad de Oaxaca, el cual es de los más espectaculares de todo el sur de México y que estará en el Zócalo de la capital hasta el 7 de enero de 2025.
El árbol está acompañado por un nacimiento que está elaborado de la forma tradicional y que refleja el fervor de los oaxaqueños a las tradiciones decembrinas
Acompañando al árbol se llevará a cabo el Festival Navideño de la Primavera Oaxaqueña, el cual estará abierto en un horario de 12h a 22h, e incluye actividades como pista de hielo, inflables, trenecito, Diverti Navidad, entre otras. Para mayor información, las personas pueden consultar las redes sociales oficiales del Gobierno estatal y DIF Estatal Oaxaca.
4. Los huelus del Istmo
En la zona del Istmo de Tehuantepec se vive una tradición conocida como los huelus, principalmente en las calles de Juchitán, la cual se lleva a cabo a partir del 26 de diciembre y acaba con el año el 31 del mismo mes.
"Una limosna para ese pobre viejo, una limosna para ese pobre viejo, que ha dejado hijos, que ha dejado hijos, para el año nuevo”, es estos personajes salen a las calles y piden bailando de casa en casa su aguinaldo.
El baile es ejecutado exclusivamente por una pareja de hombres adultos, caracterizados de ancianos, hombre y mujer, acompañados de grupos de amigos que tocan, indistintamente, guitarras, jaranas, armónicas y marimbas para el baile.
Para dicha festividad, las familias elaboran un muñeco con ropa vieja, cartón y aserrín, representando el año que está por terminar, lo llenan de cohetitos y lo queman a la medianoche del 31 de diciembre, en señal de que el año se acaba y con él todo lo malo.
5. Tapetes de aserrín en Teotltlán
En Oaxaca, la riqueza cultural e histórica es un imán que atrae al mundo entero por su estrecha conexión del pasado con el presente, conexión que incluso podemos ver hoy día, y muestra de ello son los tapetes de aserrín de Teotitlán del Valle.
En esta expresión de arte, la Greca Zapoteca muestra una fila de escaleras que suben y con cuidado se enrollan poco a poco simbolizando el ciclo de la vida: todo lo que comienza tiene su final y vuelve a la raíz.
Tradicionalmente estas alfombras son elaboradas en textiles únicos, pero en diciembre salen a las calles y cuentan historias navideñas que no puedes perderte.
Este pueblo se encuentra a menos de una hora de la ciudad de Oaxaca, lo que lo hace imperdible en tu visita a la capital estatal.
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