Conocida como la Ciudad de los Dioses, Teotihuacán fue la urbe mesoamericana más importante de la época prehispánica, la cual fue utilizada desde centro comercial hasta sitio ceremonial, siendo la Pirámide del Sol el punto medular de una de las zonas arqueológicas más emblemáticas de México.
La Pirámide del Sol es el símbolo de Teotihuacán una de las zonas arqueológicas más importantes de México.
A poco menos de 50 km de Ciudad de México, podrás deleitarte de otras edificaciones que conforman este complejo, al tiempo que podrás deleitarte con la gastronomía local, así como adquirir un recuerdo en losm puestos de artesanías ubicados en los alrededores.
Zonas arqueológicas: Teotihuacán y influencia
Teotihuacán es una de las zonas arqueológicas más importantes del Estado de México y de México, la cual es considerada un testimonio material de una de las ciudades prehispánicas mejor planificadas y extensas del mundo antiguo.
Esta antigua ciudadela es símbolo de desarrollo cultural, artístico, religioso, político y social de la cultura de la región de Mesoamérica Por sus valores históricos, culturales y educativos, no solo es el sitio arqueológico más visitado en México, sino se ha consolidado como un destino turístico internacional.
Teotihuacan significa el Lugar donde fueron creados los dioses y debe su nombre a los mexicas. Alcanzó los 22 kilómetros cuadrados de extensión y fue uno de los polos culturales del área conocida como Mesoamérica.
Su diseño urbano es una contribución al mundo moderno al ser de las primeras ciudades con una planeación total en que cada espacio fue diseñado para estar vinculado con los paisajes y la naturaleza de este valle.
Sobre ese plano se trazaron calles, palacios, templos y conjuntos habitacionales con una población multiétnica dedicada a la producción artesanal, el comercio, el sacerdocio y la guerra.
Por todo lo anterior, aunado a su arte mural y vestigios, Teotihuacán se incorporó a la lista de sitios considerados como Patrimonio Mundial por la Unesco.
La gran Pirámide del Sol
En el centro del complejo se encuentra la Pirámide del Sol, el edificio más grande de Teotihuacán y uno de los más grandes de Mesoamérica, además que es el monumento más emblemático de esta cultura mesoamericana que se desarrolló en esta zona.
La Pirámide del Sol mide 225 m por lado y alcanza unos 65 m de altura, la cual fue construida en una sola etapa, aproximadamente 1-150 DC. Este sólo hecho da cuenta de la bonanza que para entonces ya vivía la ciudad y el control que la clase dirigente ejercía sobre la población.
Debido a que los mexicas la llamaron Tonatiuh Itzacual (Encierro del Sol) comúnmente se piensa que estuvo dedicada al culto a ese astro.
Sin embargo, investigaciones actuales han revelado que la pirámide estuvo dedicada al dios de la lluvia, muestra de ello son los restos de niños sacrificados hallados en sus cuatro esquinas. Aunado a esto el coloso está rodeado por un canal y una gran plataforma
Todo ello ha llevado a ver al conjunto como una representación de un monte sagrado, contenedor del agua y las riquezas universales.
Equinoccio en Teotihuacán
El equinoccio de primavera en Teotihuacán es un evento que año con año, el cual ocurre alrededor del 20 y 21 de marzo, atrae a miles de personas, tal como ocurre también en Chichén Itzá, Yucatán, y Malinalco, Estado de México.
Miles de personas acuden al evento, que en su mayoría van vestidos de blanco, danzan, queman incienso y cantan, pero el ritual definitivo es pararse en la base de la pirámide (antes se podía subir a la cúspide, pero se prohibió para evitar el deterioro de las ruinas) con brazos extendidos y mirando al sol en la mañana del horizonte hacia el oriente.
Los que llegan lo suficientemente temprano pueden ver al sol subir las montañas de Apan hacia el este de la Pirámide del Sol, con sus rayos rojos coloreando el paisaje y las ropas de los espectadores.
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