Estambul, la ciudad más importante de Turquía junto con la capital Ankara, está llena de atractivos culturales, históricos y naturales que hacen que la hacen un destino imperdible, con sitios muy populares que se convierten en paradas obligadas durante ti visita. Sin embargo, existen algunas experiencias menos conocidas, pero igual de interesantes.
Turquía: 3 experiencias diferentes que debes vivir en Estambul
Turquía es una mezcla de tradición y modernidad que enamora y en esta ciudad tendrás la oportunidad de vivir experiencias únicas que te adentrarán a su cultura.
Estambuel es una ciudad llena de experiencias que debes de vivir.
Termina el día disfrutando del espectáculo de danza religiosa o relajándote en un baño tradicional antes de deleitarte con una deliciosa cena con los mejores platillos de la gastronomía turca.
1. Disfruta el espectáculo de los Derviches Giróvagos
Asistir a uno de los bailes de los Derviches Giróvagos es una de las experiencias poco conocidas que debes vivir en Estambul, se trata de una ceremonia religiosa abierta al público que fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
La ceremonia se llama Sema y además de los bailes está acompañada por música realizada con instrumentos tradicionales de Turquía, mientras los derviches giran una y otra vez sobre sí mismos.
Estas vueltas se realizan con los brazos extendidos simbolizando el ascenso del alma del hombre a la perfección, entrando en un estado casi hipnótico. Aunque esta tradición es originaria de Konya, en la capital encontrarás varios lugares para disfrutar del espectáculo.
La hermandad islámica de los derviches fue fundada por el sultán Rumi y posteriormente extendida por el sultán Memhet I por todo el imperio, sobre todo en Siria, Palestina, Egipto y los Balcanes.
Tras la caída del Imperio Otomano su popularidad fue decayendo y finalmente fue prohibida hasta que en 1950 el gobierno permitió reanudar estas ceremonias reconociendo su valor cultural.
2. Deleita tu paladar con la gastronomía de Estambul
La gastronomía turca es conocida por su excelente sabor y su variedad, por lo que deleitarte con los platillos típicos en alguno de los restaurantes o locales de Estambul es una experiencia obligada.
Si vas a un restaurante puedes pedir meze, que son pequeñas raciones de platillos fríos y calientes para compartir antes del inicio de la comida, lo que conocemos como entradas; o manti, que son pequeñas empanadas de carne acompañadas de yogurt y mantequilla especiada.
Entre los imperdibles destacan el famoso kebab: carne asada de diferentes tipos en brocheta; la lahmacun es una especie de pizza turca, que consiste en una fina masa con carne picada, especias y verduras encima.
Menemen son huevos revueltos con tomate, pimientas y especias; las köfte son unas albóndigas de carne especiadas que se sirven con arroz, ensalada o en pan; de postre pide un baklava, elaborado con masa filo, frutos secos y sirope.
Acompaña tu comida con Çay, el té negro turco que es un imprescindible en las comidas o para los más valientes la opción es el raki, que es una especie de licor anisado.
3. Vive la experiencia de un tradicional baño turco
Llamados hamams, los baños turcos son otra de las experiencias que debes disfrutar durante tu visita a Estambul, son perfectos para relajarte después de un día explorando las maravillas de la ciudad.
En estos lugares se purifica el cuerpo y la mente en un ambiente que combina el calor seco, calor húmedo y el frio, en ocasiones también se ofrece un masaje y una exfoliación de la piel. Parecido a lo que conocemos como un spa en el occidente.
En la mayoría debes beber un vaso de agua o de té antes de entrar al sauna para evitar la deshidratación, al terminar puedes tomar una ducha tibia y realizar un baño de pies para aclimatarte.
Recuerda seguir las indicaciones y las reglas del hamam que pueden variar dependiendo del lugar. Existen varios complejos alrededor de la ciudad, uno de los más populares es Suleumaniye, que es el único baño mixto de Estambul.
Estos baños tienen su origen en las termas romanas, que fueron adoptadas alrededor del siglo XV por el Imperio Otomano que adaptó este ritual a sus religión y costumbres y lo popularizó en su territorio.
Si tienes poco tiempo para descubrir esta mítica ciudad considerada la joya de Turquía, explora Estambul en 48 horas: qué hacer para enamorarte de la ciudad de une dos continentes.
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