A veces, la emoción que tenemos por nuestros viajes puede hacer que pasemos por alto detalles fundamentales: los descuidos son más comunes de lo que parece. Por eso, hacer un chequeo básico antes de salir puede marcar la diferencia entre unas vacaciones soñadas o un mal trago innecesario.
Vacaciones: 3 cosas que debes tener en cuenta si o si antes de tus viajes
Antes de iniciar tus vacaciones, hay tres cosas clave que no pueden faltarte: un repaso ágil para evitar imprevistos y empezar tus viajes con el pie derecho.
Vacaciones: estas son tres cosas que debés tener en cuenta antes de hacer un viaje.
Aunque cada viajero tiene su estilo —hay quienes arman la valija con semanas de anticipación mientras otros improvisan sobre la marcha—, hay tres cuestiones que nadie debería descuidar. Aquí, te contamos cuáles son.
1. La documentación: el primer paso para iniciar tus viajes
Puede parecer obvio, pero uno de los errores más frecuentes es no verificar con tiempo cuáles son los documentos necesarios para viajar. A veces alcanza con un DNI vigente, pero en otros casos se exige pasaporte con una validez mínima de seis meses, visados específicos o certificados sanitarios.
Además del vencimiento del pasaporte, conviene investigar si el país de destino exige algún tipo de permiso, vacuna o formulario digital previo. Incluso en destinos cercanos, se pueden requerir seguros obligatorios o declaraciones juradas.
Un consejo útil: hacé copias digitales de toda la documentación (pasaporte, DNI, reservas, seguros) y subilas a la nube. Así, en caso de extravío, podés acceder a ellas fácilmente desde cualquier dispositivo.
2. Planificar tus vacaciones: pequeños detalles que hacen la diferencia
No hace falta tener un itinerario minuto a minuto, pero una mínima organización previa puede ahorrar tiempo, dinero y molestias en el destino. Desde tener al menos una noche de alojamiento reservada hasta saber cómo moverse del aeropuerto al centro, todo suma.
También es útil definir con qué medios vas a pagar (efectivo, tarjeta o billeteras digitales), activar tus tarjetas para uso en el exterior y averiguar si tu línea telefónica ofrece roaming o si te conviene comprar un chip local.
Otros ítems que suelen pasar desapercibidos pero hacen la experiencia más cómoda: descargar una app de mapas offline, llevar auriculares con cable (útiles en muchos aviones) y tener a mano un cargador portátil para no quedarte sin batería en momentos clave.
3. Asistencia al viajero: una necesidad, no un lujo
Muchas personas viajan sin asistencia médica internacional, confiando en que nada va a pasar. Pero basta una simple gripe, una torcedura o un malestar inesperado para que el viaje se convierta en un gasto imprevisto —y, en algunos casos, altísimo—.
Una buena asistencia al viajero permite acceder a atención las 24 horas, sin pagar de más por consultas, estudios o internaciones. Además, hay planes que incluyen repatriación sanitaria, asistencia legal y otros imprevistos que podemos tener y ni siquiera imaginamos.
Varios países ya exigen, al momento del ingreso, contar con un seguro de viaje activo. Y aun cuando no sea obligatorio, contar con asistencia te da la tranquilidad de estar cubierto frente a lo inesperado.
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