Si bien el viaje hasta Patagonia Camp es largo -casi cuatro horas desde Santiago a Punta Arenas y desde este punto cuatro más hasta Torres del Paine, hacer este trayecto realmente vale la pena.
Con una ubicación privilegiada a orillas del lago Toro y rodeado de una sobrecogedora naturaleza, el campamento de lujo esboza la tranquilidad de la bahía, complementándose con sus magníficas vistas a los macizos de las Torres del Paine, haciendo de éste un destino único en el mundo.
El complejo es un sofisticado campamento que ofrece un concepto insuperable en Latinoamérica, basándose en su vocación de mínimo impacto ambiental, en armonía con la noción de lujo en medio de la naturaleza inexplorada y con todos los servicios que un 5 estrellas puede brindar.
Compromiso con la naturaleza.
La idea del ecofriendly ha sido diseñada y construida con una arquitectura poco invasiva que se adapta visual y estructuralmente en forma armónica al paisaje de la zona. Así, el establecimiento se erige sobre pilotes de madera, con terrazas que albergan a los yurts (carpas de origen mongol), las zonas comunes y las pasarelas que comunican cada parte del complejo y permiten la supervivencia de plantas, arbustos y árboles que han poblado el lugar desde hace cientos de años, así como una inmensa cantidad de aves que observan con curiosidad la llegada de los visitantes.
En los alrededores es posible disfrutar de ríos, lagos y lagunas cuyas aguas son completamente limpias, puras y cristalinas. Además, se puede realizar pesca deportiva y observar la flora y fauna típica de la zona.
Por ello, para el hotel es de vital importancia la sustentabilidad del ecosistema, resguardando el cuidado ambiental hasta en su más mínimo detalle, que va desde entregar bolsas individuales para la basura a la hora de realizar excursiones hasta el tratamiento de aguas orgánicas, procurando de esa forma liberar el agua 100% pura de residuos.
Asimismo, se ha instalado una planta de limpieza de aguas grises para eliminar cualquier resto de detergente de las labores propias del camp, como en las áreas de lavandería y lavado de platos (incluye variados procesos, desde la utilización de aserrín para comenzar la limpieza de la vajilla hasta el lavado con un detergente 100% ecológico importado de Alemania), entre otros, asegurando que el agua utilizada vuelve a la naturaleza absolutamente libre de cualquier tipo de material orgánico o tóxico.
A su vez, el compromiso de Patagonia Camp incluye la implementación de sistemas de generación de energías limpias no contaminantes, procurando así emitir la menor cantidad posible de CO? en la atmósfera. Para esto, se ha puesto especial énfasis en la optimización de los recursos energéticos por medio de la implementación de artefactos de carga reducida, lo que permite utilizar un generador eléctrico de muy bajo consumo, lo que genera menor emisión de CO?. Por otra parte, todas las lámparas exteriores son alimentadas con energía solar.
Encanto asiático.
El hotel está pensado para que cada uno de sus huéspedes pueda sentir y disfrutar la fuerza de la naturaleza de la Patagonia envuelta en el lujo y confort del hotel.
Para ello desarrolló 18 yurts basados en la arquitectura del pueblo mongol, utilizando telas y madera en las vigas, las que sostienen el techo y sirven como apoyo perimetrales en la construcción de sus viviendas móviles.
Los yurts -palabra de origen turco que significa "morada"- cuentan con ventanas de vidrio doble y un completo baño anexo a la habitación.
El complejo cuenta con calefacción central que mantiene la temperatura en las habitaciones y, además, cada yurt ofrece una cálida ambientación decorada con materiales de la zona, como mantas de lana originales, maderas nobles, vajilla de colores tierra y negro con diseños de la cultura ona, telas con diversas texturas y almohadas de pluma, lo que otorga una atmósfera de refinamiento natural.
Una de las características de Patagonia Camp es el contacto con la naturaleza, pero no sólo desde el exterior, sino también desde el interior de los yurt, ya que uno de los atractivos es su cúpula central, que permite ver las estrellas y la luna durante las noches despejadas. Además, por las características de las carpas, permite sentir el sonido del viento y la lluvia mientras se duerme entre suaves sábanas y mullidas almohadas.
Por otro lado, cada yurt ofrece al visitante la máxima privacidad, reflejada no sólo en el espacio entre cada carpa sino en su terrazas privadas, separadas unas de otras por una nutrida vegetación de los bosques nativos de lengas.
De primer nivel.
El campamento no sólo se destaca por sus instalaciones, sino también por la magnifica atención del personal de servicio que se esmera en atender a cada huésped de manera especial, creando una incomparable atmósfera de calidez.
Otro punto aparte es su cocina, a cargo del destacado chef Ludolf Lausen, por lo que lo invitamos a continuar conociendo al primer campamento de lujo de Sudamérica en nuestra sección de Gastronomía, en la que sabrá por qué este establecimiento cuenta con una de las mejores ofertas culinarias del país.
Naturaleza
La vida que rodea al campamento es única, con una amplia variedad de flora y fauna, entre la que se destacan las aves y los árboles. A continuación, algunas de las especies que acompañaran su recorrido por la zona:
Cóndor chileno: es un símbolo de la cordillera de los Andes. Habita en las alturas y es una de las aves más grandes de nuestro país. Por su gran tamaño, se distingue fácilmente tanto en tierra como en vuelo (mide entre 1 m. y 1.20 m.). Además, sus alas extendidas sobrepasan los 3 m. Se caracteriza por tener un collar de plumas blancas.
Águila: es esquiva y desconfiada, por lo que difícilmente se la puede ver de cerca. Vuela aprovechando las corrientes de aire, pudiendo apreciarlas realizando grandes planeos circulares.
Carpintero: por sus colores y tamaño (casi medio metro) es imposible confundirlo con otra especie. La cresta es un poco más alta en la hembra y está compuesta por varias plumas largas satinadas que, al erguirse, se doblan hacia adelante.
Zorzal: es una de las aves más conocidas de Chile. Habita en todo el territorio, desde Atacama hasta Tierra del Fuego, incluyendo las islas del archipiélago Juan Fernández. Tiende a acercarse a los lugares donde habita el hombre, como plazas, parques y jardines. Sin embargo, mantiene su distancia ocultándose entre el follaje de árboles y arbustos.
Ñandú de Magallanes: reside en la pampa patagónica, entre Aysén y Magallanes. El ñandú -que mide alrededor de 1 m. de altura- es incapaz de volar debido al tamaño de sus alas, pero es una excelente corredora, pudiendo alcanzar los 70 km/h. Visualmente algo similares a los avestruces, se diferencian de ellas por ser de menor tamaño, color gris parduzco, cuello cubierto de plumas y por tener tres dedos en cada pata.
Cometocino: se caracteriza por anidar en verano sólo en la cordillera. Va siempre en pareja y es difícil de avistar. En el invierno tiende a volar hacia zonas más bajas, llegando incluso hasta la zona costera.
Caiquén: es una de las aves más abundantes de Magallanes y Aysén, donde anida tanto en zonas bajas como en planicies y colinas, aprovechando cualquier espacio cerca de lagunas, lagos o ríos.
Programas.
El establecimiento cuenta con diversos paquetes para disfrutar durante tres o cuatro días. Un ejemplo es este programa básico para tres días:
Día 1: traslado desde Punta Arenas a Patagonia Camp. El viaje comienza a través de la estepa patagónica, un vasto territorio interminable donde es posible observar algunas de las aves más representativas de la Patagonia chilena, como el ñandú magallánico y el caiquén.
En la ruta se realiza un alto en la estancia El Palenque, donde los pasajeros tienen la posibilidad de ver la preparación de un cordero magallánico y aprender sobre las tradiciones y actividades en las estancias del fin del mundo. Llegada al Patagonia Camp y alojamiento.
Día 2: después del desayuno se inicia el trekking de medio día hacia el salto del Toro, un bello salto de agua y una excelente forma de comenzar la visita a Torres del Paine.
Después del almuerzo se realiza una caminata de medio día a la laguna Bonita para admirar el sobrecogedor paisaje que se refleja en sus aguas, de montañas nevadas y bosques de lengas.
Cena y alojamiento en el hotel.
Día 3: después del desayuno se inicia la excursión de día completo por el Parque Nacional Torres del Paine, visitando algunos de sus principales atractivos y miradores, desde donde es posible observar y fotografiar las montañas y lagos que hacen famoso a este parque en el mundo.
La excursión comienza con la visita al mirador del Toro, desde donde se aprecia una espectacular vista del lago Toro y el macizo del Paine. Continuando hacia el sector Grey, después de cruzar el puente colgante sobre el río Pingo y un oscuro bosque de lengas, se accede a la bella playa Grey, a la que llegan pequeños témpanos de hielo que se desprenden del enorme glaciar Grey, el cual se puede ver hacia el fondo con su colosal pared de hielo de más de 6 km. de ancho. Continuando hacia el sector Pudeto se llega al majestuoso salto Grande, y siguiendo hasta el mirador Cuernos se puede disfrutar de increíbles vistas del valle del Francés, los Cuernos y las Torres del Paine.
Cena y alojamiento en el complejo.
Día 4: después del desayuno, traslado de salida al aeropuerto.
Para más información, visite www.patagoniacamp.com.
Cabe destacar que los guías que realizan los circuitos cuentan con cursos de primeros auxilios. Además, durante el verano se instala una clínica transitoria en la administración del parque para la atención de primeros auxilios.
TIPS DEL VIAJERO
Ubicación y clima: el Parque Nacional Torres del Paine está ubicado entre la cordillera de los Andes y la estepa patagónica, 400 km. al norte de Punta Arenas y a más de 2.500 km. al sur de Santiago.
El complejo se encuentra en la bahía del lago Toro, perteneciente a la reserva natural.
Presenta un clima templado frío lluvioso sin estación seca, con una temperatura media en verano de 10° C, alcanzando una máxima de 23° C y una mínima de 0° C.
Cómo llegar: la forma más directa para acceder a Torres del Paine es volando hasta Puerto Natales a través de Sky Airline (en temporada). Otra opción es volar a Punta Arenas con la misma aerolínea. La duración del viaje desde Santiago es de cuatro horas aproximadamente.
Por tierra se deben recorrer 3.100 km. desde Santiago o 2.300 km. desde Puerto Montt. Vale mencionar que desde Puerto Montt al sur el viaje se realiza por el territorio argentino y se cruza a Chile por el paso Monte Aymond, cercano a la ciudad argentina de Río Gallegos, a 192 km. de Punta Arenas.
No hay buses regulares desde Santiago, pero sí desde Puerto Montt hasta Puerto Natales.
Al complejo se debe llegar por carretera. Desde Punta Arenas son cuatro horas de viaje, y desde Puerto Natales, una hora.
Recomendaciones: llevar ropa de abrigo (especialmente en invierno), impermeable, guantes, gorro, calzado de montaña, lentes para el sol y protector solar. Evitar el uso de productos químicos. Seguir sólo los senderos señalizados.
Conectividad: el complejo hotelero cuenta con teléfono satelital e Internet.
Con una ubicación privilegiada a orillas del lago Toro y rodeado de una sobrecogedora naturaleza, el campamento de lujo esboza la tranquilidad de la bahía, complementándose con sus magníficas vistas a los macizos de las Torres del Paine, haciendo de éste un destino único en el mundo.
El complejo es un sofisticado campamento que ofrece un concepto insuperable en Latinoamérica, basándose en su vocación de mínimo impacto ambiental, en armonía con la noción de lujo en medio de la naturaleza inexplorada y con todos los servicios que un 5 estrellas puede brindar.
Compromiso con la naturaleza.
La idea del ecofriendly ha sido diseñada y construida con una arquitectura poco invasiva que se adapta visual y estructuralmente en forma armónica al paisaje de la zona. Así, el establecimiento se erige sobre pilotes de madera, con terrazas que albergan a los yurts (carpas de origen mongol), las zonas comunes y las pasarelas que comunican cada parte del complejo y permiten la supervivencia de plantas, arbustos y árboles que han poblado el lugar desde hace cientos de años, así como una inmensa cantidad de aves que observan con curiosidad la llegada de los visitantes.
En los alrededores es posible disfrutar de ríos, lagos y lagunas cuyas aguas son completamente limpias, puras y cristalinas. Además, se puede realizar pesca deportiva y observar la flora y fauna típica de la zona.
Por ello, para el hotel es de vital importancia la sustentabilidad del ecosistema, resguardando el cuidado ambiental hasta en su más mínimo detalle, que va desde entregar bolsas individuales para la basura a la hora de realizar excursiones hasta el tratamiento de aguas orgánicas, procurando de esa forma liberar el agua 100% pura de residuos.
Asimismo, se ha instalado una planta de limpieza de aguas grises para eliminar cualquier resto de detergente de las labores propias del camp, como en las áreas de lavandería y lavado de platos (incluye variados procesos, desde la utilización de aserrín para comenzar la limpieza de la vajilla hasta el lavado con un detergente 100% ecológico importado de Alemania), entre otros, asegurando que el agua utilizada vuelve a la naturaleza absolutamente libre de cualquier tipo de material orgánico o tóxico.
A su vez, el compromiso de Patagonia Camp incluye la implementación de sistemas de generación de energías limpias no contaminantes, procurando así emitir la menor cantidad posible de CO? en la atmósfera. Para esto, se ha puesto especial énfasis en la optimización de los recursos energéticos por medio de la implementación de artefactos de carga reducida, lo que permite utilizar un generador eléctrico de muy bajo consumo, lo que genera menor emisión de CO?. Por otra parte, todas las lámparas exteriores son alimentadas con energía solar.
Encanto asiático.
El hotel está pensado para que cada uno de sus huéspedes pueda sentir y disfrutar la fuerza de la naturaleza de la Patagonia envuelta en el lujo y confort del hotel.
Para ello desarrolló 18 yurts basados en la arquitectura del pueblo mongol, utilizando telas y madera en las vigas, las que sostienen el techo y sirven como apoyo perimetrales en la construcción de sus viviendas móviles.
Los yurts -palabra de origen turco que significa "morada"- cuentan con ventanas de vidrio doble y un completo baño anexo a la habitación.
El complejo cuenta con calefacción central que mantiene la temperatura en las habitaciones y, además, cada yurt ofrece una cálida ambientación decorada con materiales de la zona, como mantas de lana originales, maderas nobles, vajilla de colores tierra y negro con diseños de la cultura ona, telas con diversas texturas y almohadas de pluma, lo que otorga una atmósfera de refinamiento natural.
Una de las características de Patagonia Camp es el contacto con la naturaleza, pero no sólo desde el exterior, sino también desde el interior de los yurt, ya que uno de los atractivos es su cúpula central, que permite ver las estrellas y la luna durante las noches despejadas. Además, por las características de las carpas, permite sentir el sonido del viento y la lluvia mientras se duerme entre suaves sábanas y mullidas almohadas.
Por otro lado, cada yurt ofrece al visitante la máxima privacidad, reflejada no sólo en el espacio entre cada carpa sino en su terrazas privadas, separadas unas de otras por una nutrida vegetación de los bosques nativos de lengas.
De primer nivel.
El campamento no sólo se destaca por sus instalaciones, sino también por la magnifica atención del personal de servicio que se esmera en atender a cada huésped de manera especial, creando una incomparable atmósfera de calidez.
Otro punto aparte es su cocina, a cargo del destacado chef Ludolf Lausen, por lo que lo invitamos a continuar conociendo al primer campamento de lujo de Sudamérica en nuestra sección de Gastronomía, en la que sabrá por qué este establecimiento cuenta con una de las mejores ofertas culinarias del país.
Naturaleza
La vida que rodea al campamento es única, con una amplia variedad de flora y fauna, entre la que se destacan las aves y los árboles. A continuación, algunas de las especies que acompañaran su recorrido por la zona:
Cóndor chileno: es un símbolo de la cordillera de los Andes. Habita en las alturas y es una de las aves más grandes de nuestro país. Por su gran tamaño, se distingue fácilmente tanto en tierra como en vuelo (mide entre 1 m. y 1.20 m.). Además, sus alas extendidas sobrepasan los 3 m. Se caracteriza por tener un collar de plumas blancas.
Águila: es esquiva y desconfiada, por lo que difícilmente se la puede ver de cerca. Vuela aprovechando las corrientes de aire, pudiendo apreciarlas realizando grandes planeos circulares.
Carpintero: por sus colores y tamaño (casi medio metro) es imposible confundirlo con otra especie. La cresta es un poco más alta en la hembra y está compuesta por varias plumas largas satinadas que, al erguirse, se doblan hacia adelante.
Zorzal: es una de las aves más conocidas de Chile. Habita en todo el territorio, desde Atacama hasta Tierra del Fuego, incluyendo las islas del archipiélago Juan Fernández. Tiende a acercarse a los lugares donde habita el hombre, como plazas, parques y jardines. Sin embargo, mantiene su distancia ocultándose entre el follaje de árboles y arbustos.
Ñandú de Magallanes: reside en la pampa patagónica, entre Aysén y Magallanes. El ñandú -que mide alrededor de 1 m. de altura- es incapaz de volar debido al tamaño de sus alas, pero es una excelente corredora, pudiendo alcanzar los 70 km/h. Visualmente algo similares a los avestruces, se diferencian de ellas por ser de menor tamaño, color gris parduzco, cuello cubierto de plumas y por tener tres dedos en cada pata.
Cometocino: se caracteriza por anidar en verano sólo en la cordillera. Va siempre en pareja y es difícil de avistar. En el invierno tiende a volar hacia zonas más bajas, llegando incluso hasta la zona costera.
Caiquén: es una de las aves más abundantes de Magallanes y Aysén, donde anida tanto en zonas bajas como en planicies y colinas, aprovechando cualquier espacio cerca de lagunas, lagos o ríos.
Programas.
El establecimiento cuenta con diversos paquetes para disfrutar durante tres o cuatro días. Un ejemplo es este programa básico para tres días:
Día 1: traslado desde Punta Arenas a Patagonia Camp. El viaje comienza a través de la estepa patagónica, un vasto territorio interminable donde es posible observar algunas de las aves más representativas de la Patagonia chilena, como el ñandú magallánico y el caiquén.
En la ruta se realiza un alto en la estancia El Palenque, donde los pasajeros tienen la posibilidad de ver la preparación de un cordero magallánico y aprender sobre las tradiciones y actividades en las estancias del fin del mundo. Llegada al Patagonia Camp y alojamiento.
Día 2: después del desayuno se inicia el trekking de medio día hacia el salto del Toro, un bello salto de agua y una excelente forma de comenzar la visita a Torres del Paine.
Después del almuerzo se realiza una caminata de medio día a la laguna Bonita para admirar el sobrecogedor paisaje que se refleja en sus aguas, de montañas nevadas y bosques de lengas.
Cena y alojamiento en el hotel.
Día 3: después del desayuno se inicia la excursión de día completo por el Parque Nacional Torres del Paine, visitando algunos de sus principales atractivos y miradores, desde donde es posible observar y fotografiar las montañas y lagos que hacen famoso a este parque en el mundo.
La excursión comienza con la visita al mirador del Toro, desde donde se aprecia una espectacular vista del lago Toro y el macizo del Paine. Continuando hacia el sector Grey, después de cruzar el puente colgante sobre el río Pingo y un oscuro bosque de lengas, se accede a la bella playa Grey, a la que llegan pequeños témpanos de hielo que se desprenden del enorme glaciar Grey, el cual se puede ver hacia el fondo con su colosal pared de hielo de más de 6 km. de ancho. Continuando hacia el sector Pudeto se llega al majestuoso salto Grande, y siguiendo hasta el mirador Cuernos se puede disfrutar de increíbles vistas del valle del Francés, los Cuernos y las Torres del Paine.
Cena y alojamiento en el complejo.
Día 4: después del desayuno, traslado de salida al aeropuerto.
Para más información, visite www.patagoniacamp.com.
Cabe destacar que los guías que realizan los circuitos cuentan con cursos de primeros auxilios. Además, durante el verano se instala una clínica transitoria en la administración del parque para la atención de primeros auxilios.
TIPS DEL VIAJERO
Ubicación y clima: el Parque Nacional Torres del Paine está ubicado entre la cordillera de los Andes y la estepa patagónica, 400 km. al norte de Punta Arenas y a más de 2.500 km. al sur de Santiago.
El complejo se encuentra en la bahía del lago Toro, perteneciente a la reserva natural.
Presenta un clima templado frío lluvioso sin estación seca, con una temperatura media en verano de 10° C, alcanzando una máxima de 23° C y una mínima de 0° C.
Cómo llegar: la forma más directa para acceder a Torres del Paine es volando hasta Puerto Natales a través de Sky Airline (en temporada). Otra opción es volar a Punta Arenas con la misma aerolínea. La duración del viaje desde Santiago es de cuatro horas aproximadamente.
Por tierra se deben recorrer 3.100 km. desde Santiago o 2.300 km. desde Puerto Montt. Vale mencionar que desde Puerto Montt al sur el viaje se realiza por el territorio argentino y se cruza a Chile por el paso Monte Aymond, cercano a la ciudad argentina de Río Gallegos, a 192 km. de Punta Arenas.
No hay buses regulares desde Santiago, pero sí desde Puerto Montt hasta Puerto Natales.
Al complejo se debe llegar por carretera. Desde Punta Arenas son cuatro horas de viaje, y desde Puerto Natales, una hora.
Recomendaciones: llevar ropa de abrigo (especialmente en invierno), impermeable, guantes, gorro, calzado de montaña, lentes para el sol y protector solar. Evitar el uso de productos químicos. Seguir sólo los senderos señalizados.
Conectividad: el complejo hotelero cuenta con teléfono satelital e Internet.