La reapertura de fronteras en Europa en julio generó muchas esperanzas de que marcara el inicio de la recuperación del turismo a nivel global. Sin embargo, las estadísticas que empiezan a conocerse demuestran que la reactivación será más lenta de lo esperado y confirman la decepción de los operadores, que redoblan el pedido de asistencia y coordinación. En esta nota analizamos los números de España, Francia, Italia y Portugal.
El turismo no repunta en Europa
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La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) anunció que la demanda global de pasajeros en julio continuó en niveles críticamente bajos: 79,8% por debajo del mismo mes de 2019. Esto fue algo mejor que la caída interanual del 86,6% registrada en junio, impulsada principalmente por los mercados nacionales, sobre todo Rusia y China.
Pero los resultados de la reapertura de fronteras en el espacio Schengen, si bien ayudó a impulsar la demanda respecto al mes anterior, son decepcionantes. En plena temporada de verano Europa tuvo un desplome del 81,3% en la cantidad de pasajeros aéreos.
“La crisis de la demanda continuó con poco respiro en julio. Con cuatro de cada cinco viajeros aéreos quedándose en casa, la industria permanece en gran parte paralizada. Los gobiernos que reabren y luego cierran las fronteras, o después vuelven a imponer cuarentenas, no les dan a los consumidores la confianza necesaria para hacer planes, ni a las aerolíneas para reconstruir los horarios”, dijo Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.
La entidad también actualizó a la baja el pronóstico de agosto en Europa, estimando un descenso del 60% en el tráfico.
Turismo en España.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España, la llegada de turistas internacionales al país cayó en julio un 75% respecto al mismo mes del año pasado. O sea, se recibieron casi 2,5 millones de visitantes extranjeros comparado a los 10 millones de julio de 2019.
Durante los siete primeros meses de 2020, el número de turistas disminuyó un 72,4% y se han registrado unos 13,2 millones de arribos, comparado con los 48 millones acumulados a esta altura en 2019.
Para los operadores turísticos receptivos el panorama fue incluso más decepcionante. La venta de paquetes turísticos cayó en julio un 90%.
Tampoco la pasaron bien los hoteleros en España: la ocupación bajó un 82,3% y la vivienda en alquiler un 69,9%.
Ante este desplome del turismo internacional, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) insistió en la necesidad de establecer urgentemente medidas que garanticen la supervivencia del sector turístico.
“La situación que vivimos es muy clara: tenemos un paciente −el turismo− al que se le ha aplicado cierto tratamiento de choque, pero no puede seguir sedado, tiene que salir adelante. Por eso, debemos en primer lugar controlar la curva de contagios y, una vez hecho esto, aplicar medidas muy concretas: controles sanitarios en los aeropuertos, creación de una comisión interministerial, coordinación con las comunidades autónomas, adopción de medidas fiscales que permitan la apertura de empresas con baja demanda y el resto de soluciones que han tomado muchos países de nuestro entorno, donde el turismo no es su prioridad, pero que permiten la supervivencia coyuntural hasta que desaparezca la crisis de confianza. España no se puede permitir el lujo de ver destruir el empleo y el tejido productivo de forma definitiva”, planteó Jorge Marichal, presidente de Cehat. La entidad también señaló que es “necesario sacar al turismo del debate político partidista” y reclamó la unidad de acción entre todas las administraciones, la sociedad civil y los partidos políticos “para ser capaces de afrontar este periodo coyuntural sin daños irreversibles”.
Turismo en Francia.
Si bien todavía no hay estadísticas consolidadas a nivel nacional en Francia, un termómetro válido para medir el arranque decepcionante del verano en Francia es la falta de turistas mirando la Mona Lisa. El Louvre informó que la cantidad de visitantes cayó un 75% en julio y un 60% en agosto respecto al año pasado.
Además, de los 550 mil visitantes recibidos en esos dos meses el 80% fueron franceses, cuando en un año normal no suelen representar más de 25% del público.
La ausencia de estadounidenses y chinos explica en buena medida el desplome en los ingresos a Francia, que no pudo ser compensado por la afluencia de alemanes, holandeses y belgas.
Turismo en Italia.
En Italia los números también son menores a los esperados. Incluso en agosto se estima que las visitas internacionales cayeron un 70%, según un estudio del Instituto Demoskopika.
“Estimamos una disminución de 3,6 millones de turistas extranjeros y una caída en el gasto de casi € 2.000 millones”, señaló el director de la consultora, Raffaele Rio, quien detalló: “No hay dudas de que, proporcionalmente, las ciudades del arte sufrieron más severamente por el colapso del sector”.
Turismo en Portugal.
El instituto de estadísticas de Portugal dijo la semana pasada que “la actividad turística continúa recuperándose en julio, principalmente por residentes”.
Efectivamente, el turismo internacional en Portugal no escapa a la malaria general. Las pernoctaciones de extranjeros en el país luso cayeron un 84,2% respecto a julio de 2019. Por su parte, las estadías de residentes disminuyeron “solo” un 31,3%.
Turismo en Europa en números
- 90% disminuyó la venta de paquetes turísticos en julio en España.
- 75% cayó el número de visitantes al Louvre, el museo principal de París, Francia.
- 3,6 millones menos de visitantes recibió Italia el mes de la reapertura.
- 84,2% se redujeron las pernoctaciones de extranjeros en Portugal en julio.