Desde que el gobierno de Portugal decidió iniciar el proceso de privatización de TAP Air Portugal, la aerolínea estatal, los escándalos de corrupción y mala gestión en la dirección de la compañía han sido constantes.
Escándalo en Portugal: revelaciones de corrupción y mala gestión sacuden a la aerolínea de bandera
Ahora, el gobierno portugués da un paso más al revelar nuevas actuaciones ilícitas que han salido a la luz a través de auditorías realizadas por EY, una de las principales firmas de auditoría del mundo, y varios informes de la comisión parlamentaria encargada de investigar el caso.
Este nuevo escándalo se remonta desde 2016 hasta 2022 y está relacionado con pagos irregulares realizados a cuatro directores ejecutivos de la aerolínea.
Según informa Correio da Manhã, se descubrió que se realizaban pagos fraudulentos de entre 15.000 y 36.000 euros a cada uno de los directivos para cubrir los estudios de sus hijos. Estas cifras no corresponden a un único pago, sino que representan el monto que la aerolínea estaría pagando ilegalmente por cada hijo de los directivos involucrados.
Los directivos señalados en el ojo del huracán son David Pedrosa, hijo del ex accionista de la aerolínea Humberto Pedrosa; Antonoaldo Neves, expresidente ejecutivo de TAP Air Portugal; Raffael Quintas Alves, ex director financiero de la compañía; y Christine Ourmières-Widener, expresidenta ejecutiva de la aerolínea.
Según el informe final presentado por el Ejecutivo portugués a partir de la investigación de la comisión parlamentaria, estos pagos irregulares se tratarían de una especie de salario extra paralelo que se ingresaba en las cuentas de los altos directivos a partir de 2016, incluso después de que la venta de TAP a Atlantic Gateway ya se hubiera formalizado y cuando la delicada situación financiera de la compañía era de conocimiento público.
Este nuevo escándalo se suma a una lista interminable de casos de corrupción que han sacudido a TAP Air Portugal en los últimos años. En 2017, salió a la luz una trama de corrupción que involucraba a altos cargos de la compañía y a políticos portugueses, lo cual provocó la dimisión del entonces ministro de Economía, Manuel Caldeira Cabral.
Además, en 2019, se reveló que el presidente de TAP Air Portugal, Miguel Frasquilho, había contratado a su esposa como asesora de la compañía, lo que obligó al entonces ministro de Defensa, José Azeredo Lopes, a dimitir. Y en 2020, se descubrió que la aerolínea había gastado decenas de miles de euros de más en la renovación de su flota de aviones, lo que llevó a la dimisión del entonces ministro de Infraestructuras y Vivienda, Pedro Nuno Santos.
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