Monumentos mundialmente famosos, una naturaleza impresionante, comunidades vibrantes, paisajes prístinos, joyas escondidas y experiencias inesperadas son algunas de las sorpresas de Ontario para los viajeros que recorren Canadá.
Si viajas a Canadá estos son los 5 atractivos imperdibles para descubrir en Ontario.
Toronto es la capital de la provincia canadiense de Ontario y una de las ciudades más vibrantes y diversas del mundo.
Parliament Hill es sede del gobierno nacional de Canadá y una postal reconocida por su arquitectura victoriana.
El parque Algonquin ofrece a los viajeros los típicos paisajes de tarjeta postal que todos imaginan al pensar en Canadá.
En la frontera entre Canadá y Estados Unidos Mil Islas es un archipiélago fascinante por su belleza y las actividades que propone.
Esta provincia, una de las más grandes y diversas de Canadá, propone salir del itinerario común para descubrir sus múltiples atractivos.
Ontario sin dudas satisface al amante de la naturaleza, al foodie apasionado y al explorador cultural que todos llevamos dentro.
Aquí te contamos 5 imperdibles de Ontario que enamoran a todo tipo de viajero.
1. Ottawa, la capital
Un paseo por Canadá puede comenzar por su capital, Ottawa, que se encuentra en Ontario.
La arquitectura victoriana de Parliament Hill, sede del gobierno nacional de Canadá, es escenario de celebraciones nacionales, la ceremonia del cambio de guardia y de un impresionante espectáculo de Luz y Sonido por las noches.
Sus amplios espacios verdes se convierten en centros de actividades físicas en los meses más cálidos, mientras que la vía fluvial del Canal Rideau se transforma en la pista de patinaje sobre hielo más grande del mundo cuando se congela en el invierno.
Museos con algunas de las mejores obras de arte en el mundo, testimonios de la historia militar de Canadá y de la comunidad indígena son otros atractivos.
En los alrededores de Ottawa también hay espacio para la aventura. Allí se puede practicar rafting, hacer puentismo desde la torre más alta de Norteamérica (6 m.) y practicar esquí alpino en invierno o senderismo en verano.
2. Toronto vibrante y multicultural
Toronto es la capital de la provincia canadiense de Ontario y una de las ciudades más vibrantes y diversas del mundo.
Puerta de entrada a Canadá, cuenta con algunos de los museos, teatros y salas de música más renombrados de este país, así como una serie de festivales y atracciones disponibles todo el año.
Más de la mitad de sus habitantes nacieron fuera de Canadá y pertenecen a 250 nacionalidades, representando todos los orígenes, culturas y creencias.
Sus barrios reflejan la orgullosa diversidad de la ciudad: desde el bohemio Kensington Market hasta Queen West Village, pasando por Little Portugal, Koreatown y Greektown.
Este sello multicultural se refleja también en su gastronomía galardonada que encantará a los viajeros foodies.
En esta ciudad se encuentra la famosa Torre CN de 553 m de altura, con amplias vistas desde su restaurante giratorio. Principal icono de la ciudad, su observatorio ubicado a los 447 m, atrae a más de 2 millones de turistas cada año.
3. Las imperdibles cataratas del Niágara
Las Cataratas del Niágara, reconocidas por ser una asombrosa maravilla natural, son uno de los atractivos más famosos de Ontario.
Están tan cerca de Toronto que incluso se pueden visitar en una excursión de un día.
Allí se pueden ver los impactantes saltos de agua en un paseo embarcado de 20 minutos, apreciarlos desde la plataforma de observación de un edificio de 13 pisos y hasta explorar túneles subterráneos de la central eléctrica del Niágara Parks.
Además, la zona de Niágara cuenta con muchos atractivos que se suman a las renombradas cataratas. Desde grandes bodegas hasta una refinada gastronomía, sin dejar de lado pintorescos pueblos e impresionantes paisajes para vivir aventuras al aire libre.
4. Naturaleza en estado puro en el Parque Algonquin
El Parque Provincial Algonquin es una reserva natural que reúne lo más característico de los bosques canadienses.
Arroyos claros donde nadan las truchas y lagos cristalinos rodeados por colinas con árboles de maple y habitados por lobos y alces solitarios.
Este fantástico parque se encuentra en el centro de la provincia, entre el río Ottawa y la bahía de Georgia. Aunque su naturaleza virgen es impactante, está a solo tres horas de Toronto y unas cuatro horas y media de Ottawa.
Con más de 12 mil km2 de extensión el parque Algonquin se puede explorar a pie o a través de los más de 1.600 km. de rutas en canoa que surcan una zona de transición natural entre los bosques de coníferas del norte de Ontario y las forestas de arces, abedules y hayas en el sur.
Allí se pueden practicar también las más diversas actividades de aventura.
5. El fabuloso archipiélago de Mil Islas
A unas tres horas al este de Toronto, Mil Islas es un archipiélago (de 1.864 islas) dividido por la frontera entre Canadá y Estados Unidos, a lo largo del río San Lorenzo.
Se trata de un lugar con una geografía única donde se pueden hacer todas las actividades al aire libre, desde rafting hasta paseos en barco.
Pero también es un gran escenario para relajarse, con tours gastronómicos y catas de vino, entre muchas otras encantadoras opciones.
El paisaje se completa con castillos que parecen salidos de cuentos de hadas y preciosos faros, además de varias mansiones de ricos y famosos.
Una de las formas de conocer esta zona es en cruceros que parten de Kingston. La localidad, una ciudad señorial de piedra caliza, también merece una visita.
Para los viajeros que dispongan de más tiempo, el entorno es ideal para unos días de descanso en alguno de los típicos cottages canadienses.
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