Brasil tiene un litoral enorme en el que se cuentan unas 7.500 playas. Mientras las vacaciones de verano del cono sur se acercan, elegir las mejores es una tarea complicada y, sobre todo, subjetiva. Sin embargo, en los diferentes rankings hay nombres que nunca faltan entre los primeros puestos.
Aquí te mostramos 5 de esas playas, verdaderos paraísos de aguas tibias, que sin dudas te harán soñar.
1. Quarta Praia, Morro de São Paulo, Bahía
Bahía es uno de los estados más interesantes de Brasil, no solo por sus paisajes sino también por la singularidad de su cultura y su historia.
Entre sus muchos destinos, Morro de São Paulo ha sabido ganarse fama internacional. Se trata de una isla paradisíaca, a la que solo se accede en barco y por la que no circulan autos, con playas de aguas verdes sobre arenas doradas con una naturaleza exuberante.
Entre estas playas, destaca la Quarta, donde se forman piscinas naturales en las que nadan cientos de peces con rayas amarillas. La Quarta Praia es extensa y más solitaria sus vecinas próximas del centro, aunque no faltan los bares, restaurantes y hoteles.
Morro cuenta también con una excelente infraestructura para recibir a los turistas, actividades que van desde el buceo hasta los paseos en barco, senderos para realizar caminatas, un fuerte que es el escenario perfecto para ver el atardecer y un contagioso clima de fiesta que enamora a los viajeros.
2. Praia dos Golfinhos, Pipa, Rio Grande do Norte
En el Nordeste de Brasil, a una hora y media de la capital del estado, Natal, Pipa es otro destino que suena hace tiempo entre los turistas que aman la playa. Es una pequeña villa turística con un ambiente chic y relajado, enclavada sobre altos acantilados.
Praia dos Golfinhos es solamente accesible a pie, una de las más tranquilas y preservadas de Pipa.
Su paisaje deja sin aliento. Aunque solo se tuviera en cuenta una foto de su mar con olas perfectas, la gran playa flanqueada por acantilados coloridos y la vegetación tropical que la rodea, su puesto entre las más bellas estaría asegurado.
Pero el principal atractivo de esta playa son, como su nombre lo indica, los delfines. Solo hay que llegar hasta allí y esperar a que aparezcan dando saltos entre las olas, jugueteando en grupos e interactuando con los turistas. La experiencia de verlos muy de cerca y en absoluta libertad es incomparable.
3. Praia do Espelho, Porto Seguro, Bahia
Esta playa de Brasil se hizo célebre por ser refugio de famosos que buscaban un lugar alejado y paradisíaco para pasar sus vacaciones.
En el sur del litoral de Bahía, suele visitarse en excursiones desde Porto Seguro o las más cercanas Arraial d´Ajuda y Trancoso, aunque hay algunas opciones de alojamiento más cercano para quien desee dormir allí.
Se accede por camino de tierra para llegar a una playa con acantilados donde se forman piscinas naturales con marea baja. Es en ese momento cuando la playa hace honor a su nombre reflejando el paisaje en sus aguas quietas.
El horario de las mareas es fundamental para apreciar la playa en todo su esplendor, al igual que el clima (con sol y poco viento).
Las mejores fotos se obtienen adentrándose en el mar, entre las formaciones coralinas. Hay también miradores que permiten apreciar bellas panorámicas.
Aquí te contamos más sobre qué hacer y visitar en Arraial d’Ajuda y el litoral sur del estado de Bahía.
4. Praia dos Carneiros, Tamandaré, Pernambuco
Su clásica postal con una pequeña capilla sobre la arena y bordeada de altas palmeras fue escenario de novelas y hoy es muy buscada para realizar bodas.
La fotogénica iglesia es la de São Benedito, levantada en el siglo XVIII. La playa es Carneiros, vecina de la más frecuentada Porto de Galinhas y a 120 km. de Recife, capital del estado de Pernambuco, en el Nordeste de Brasil.
Hace menos de un siglo estas tierras llenas de altísimas palmeras eran parte de una de las mayores haciendas de coco de Pernambuco.
Paseos en barco, en canoa, caminatas, baños de arcillas naturales, además de esnórquel en sus piscinas naturales y aguas turquesas, son algunas de las opciones de los viajeros que llegan hasta estas playas agrestes.
Aquí también hay algunas opciones exclusivas de alojamiento y restaurantes, aunque la mayoría de los visitantes llegan por el día en excursiones.
Los paseos, que parten en lanchas desde Porto de Galinhas, incluyen una parada en un banco de arena que solo se forma con marea baja. El mar pasa del turquesa al verde y se hace casi invisible llegando a la arena. Cuando el mar sube aparecen las olas y el paisaje se vuelve más natural y salvaje.
5. Praia de Lopes Mendes, Ilha Grande, Rio de Janeiro
Ilha Grande es un destino paradisíaco en Angra dos Reis, en las costas del estado de Río de Janeiro, Brasil. Y Lopes Mendes es su playa más famosa.
De aguas cristalinas y rodeada de morros completamente cubiertos de vegetación, su paisajes parece salido de una película. Se puede llegar a pie por diferentes senderos de dificultad media o media alta, o bien combinar un trayecto en barco con una caminata menos exigente de 1 km.
Son 3 km. de arena blanca, muy fina y casi siempre poco frecuentada, que reciben un mar entre verde y azul en medio de altos morros cubiertos de espesa vegetación.
Lopes Mendes es una playa es de mar abierto pero poco profunda, con buenas olas para el surf y aguas cálidas.
No hay oferta de hospedaje ni gastronomía por lo que es necesario llevar agua potable. Sí se encuentra sombra natural para pasar el día.
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