China es una de las más antiguas civilizaciones del mundo. Con una historia que se remonta a más de 5 mil años, y una amplísima región geográfica, sus costumbres y tradiciones varían entre pueblos, ciudades y provincias.
Su capital, Beijing, se vistió de fiesta para recibir a los Juegos Olímpicos durante agosto pasado, desplegando una gran infraestructura para albergar a los miles de visitantes provenientes de todos los rincones del mundo. Uno de los hitos de este evento fue el vanguardista Estadio Olímpico, creado por Herzog & De Meuron junto al China Architecture Design Institute. Entre sus características se destaca su forma, que se asemeja a un nido. Tiene capacidad para albergar a 91 mil espectadores y su sistema de iluminación, por si solo, es todo un espectáculo.
Pero Beijing cuenta, además, con sitios imperdibles: la sección de Simantai de la Gran Muralla, el museo del Palacio y el sitio del Zhoukoudian -Hogar del hombre de Pekín- son parte de la herencia mundial.
Tierra de emperadores.
La arquitectura del Palacio Imperial, llamado también Ciudad Prohibida, es de gran belleza. Comenzó a construirse en 1406 (IV año del reinado del emperador Yong Le, dinastía Ming) y fue concluido en 1420 (XVIII año del mismo reinado).
A pesar de haber tenido varias reconstrucciones y ampliaciones durante las dinastías Ming y Ping, aún mantiene su disposición original.
El palacio cubre una superficie de más de 720 mil m2; protegida por una muralla de 10 m. de alto y un foso de 52 m. de ancho, constituyendo una expresión de la excelente tradición y original estilo artístico de la antigua arquitectura china.
Por su parte, la Gran Muralla es la estructura más extensa que se haya construido, con alrededor de 6.500 km. de largo. Su sección de Simatai yace al noreste del condado de Miyun, en Beijing, a 120 km. del centro de la ciudad.
Otro destino imperdible es el Antiguo Observatorio, erigido inicialmente en la dinastía Ming (1442), uno de los miradores más antiguos, con más de 500 años.
En las cercanías de Beijing, el parque de Badachu es un atractivo lugar para visitar durante todo el año. Los visitantes pueden dar un paseo, ir de un templo a otro gozando del bello paisaje, admirando sus terrazas y antiguos árboles, algunos de ellos con más de 600 años.
Una buena época para recorrer sus instalaciones es en septiembre y octubre, cuando las hojas se tornan de un color rojizo, momento ideal para admirar las montañas desde el teleférico.
COMPRAS Y NOCHE
Beijing no solo es historia. Esta atractiva y moderna metrópoli cuenta con múltiples actividades para realizar. Wangfujing, Dongdanbei, Longfusi, Xidanbei, Qianmen, Xiushui y Liulichang son las calles que reúnen los principales centros comerciales.
Otras alternativas son disfrutar de la interesante vida nocturna o sorprenderse con los increíbles sabores de sus platos en los finos restaurantes de la ciudad. Y, ya sea en los modernos rascacielos o lujosos hoteles, un imperdible es tomar una copa en las sofisticadas barras que están por sobre el piso 50.
Su capital, Beijing, se vistió de fiesta para recibir a los Juegos Olímpicos durante agosto pasado, desplegando una gran infraestructura para albergar a los miles de visitantes provenientes de todos los rincones del mundo. Uno de los hitos de este evento fue el vanguardista Estadio Olímpico, creado por Herzog & De Meuron junto al China Architecture Design Institute. Entre sus características se destaca su forma, que se asemeja a un nido. Tiene capacidad para albergar a 91 mil espectadores y su sistema de iluminación, por si solo, es todo un espectáculo.
Pero Beijing cuenta, además, con sitios imperdibles: la sección de Simantai de la Gran Muralla, el museo del Palacio y el sitio del Zhoukoudian -Hogar del hombre de Pekín- son parte de la herencia mundial.
Tierra de emperadores.
La arquitectura del Palacio Imperial, llamado también Ciudad Prohibida, es de gran belleza. Comenzó a construirse en 1406 (IV año del reinado del emperador Yong Le, dinastía Ming) y fue concluido en 1420 (XVIII año del mismo reinado).
A pesar de haber tenido varias reconstrucciones y ampliaciones durante las dinastías Ming y Ping, aún mantiene su disposición original.
El palacio cubre una superficie de más de 720 mil m2; protegida por una muralla de 10 m. de alto y un foso de 52 m. de ancho, constituyendo una expresión de la excelente tradición y original estilo artístico de la antigua arquitectura china.
Por su parte, la Gran Muralla es la estructura más extensa que se haya construido, con alrededor de 6.500 km. de largo. Su sección de Simatai yace al noreste del condado de Miyun, en Beijing, a 120 km. del centro de la ciudad.
Otro destino imperdible es el Antiguo Observatorio, erigido inicialmente en la dinastía Ming (1442), uno de los miradores más antiguos, con más de 500 años.
En las cercanías de Beijing, el parque de Badachu es un atractivo lugar para visitar durante todo el año. Los visitantes pueden dar un paseo, ir de un templo a otro gozando del bello paisaje, admirando sus terrazas y antiguos árboles, algunos de ellos con más de 600 años.
Una buena época para recorrer sus instalaciones es en septiembre y octubre, cuando las hojas se tornan de un color rojizo, momento ideal para admirar las montañas desde el teleférico.
COMPRAS Y NOCHE
Beijing no solo es historia. Esta atractiva y moderna metrópoli cuenta con múltiples actividades para realizar. Wangfujing, Dongdanbei, Longfusi, Xidanbei, Qianmen, Xiushui y Liulichang son las calles que reúnen los principales centros comerciales.
Otras alternativas son disfrutar de la interesante vida nocturna o sorprenderse con los increíbles sabores de sus platos en los finos restaurantes de la ciudad. Y, ya sea en los modernos rascacielos o lujosos hoteles, un imperdible es tomar una copa en las sofisticadas barras que están por sobre el piso 50.